Guerrillas: 10 libros imperdibles sobre Teoponte y Ñancahuazú

Tras 51 años de la muerte de unos de los personajes más icónicos de las guerrillas y revolucionarios en Bolivia, Ernesto “Che” Guevara, cuya historia no deja de revelar decenas de detalles que lo posicionan en dos extremos, como redentor o invasor, como asesino o humanista y entre el duelo o la celebración.

El hecho es que el guerrillero cubano-argentino cayó en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Estos dos bandos rememoran la muerte: por un lado, los soldados vencedores que rinden homenaje a sus muertos caídos por las balas de la guerrilla de 1967 y, por otro, un gran “ejército” de admiradores que ven las múltiples virtudes del combatiente.

Por esta razón, dos historiadores, Gustavo Rodríguez y Carlos Soria, aconsejan los siguientes libros para que el lector tenga un amplio criterio sobre distintas miradas y enfoques de este acontecimiento.

Cabe aclarar que algunos de los libros de esta selección se encuentran a la venta de la décima segunda versión de la Feria Internacional del Libro (FILC) que se lleva a cabo en el Campo Ferial Alalay y concluye el domingo.

El historiador Gustavo Rodríguez indica que los escritores e investigadores exponen sobre la guerrilla como un hecho histórico que puede ser visto desde distinto ángulos y que los lectores deben sacar sus propias conclusiones.

“La presencia del este personaje fue el detonante de ciertas tendencias que ahora se están expresando con más fuerza en Bolivia. La guerrilla de Teoponte, una continuación de la guerrilla del Che”.

Carlos Soria, historiador, indica que en Bolivia hay centenares de documentos cuyas fuentes bibliográficas son desconocidas y no confiables. “Para tener una buena base de esta situación, estos libros son los que dan un panorama general”.

Che Guevara y otras intrigas

Es un documento de Federico Arana y trata sobre un sujeto que se le acercó en Bonn y le dijo que la forma de lanzamiento del comunismo sería Bolivia y que un famoso personaje se encontraba en el país realizando las labores de preparación del foco insurgente. Además narra que el país fue el espacio idóneo para la revolución

Andares del Che Guevara

El periodista Carlos Soria Galvarro presenta información cercana de los hechos y personas de ese intento revolucionario. Este trabajo es producto de varios años de investigación de documentos guardados por el Estado y las Fuerzas Armadas de Bolivia. Inspiró el documental “De sus queridas presencias” de Norberto Forgione.

Tamara, Laura, Tania. Un misterio en la guerrilla del Che

Gustavo Rodríguez desgrana, con gran meticulosidad, la vida del personaje y, posiblemente, desempolva o desenmascara a la mujer de diferentes caras y varios nombres. Esta obra es un complemento del sobre el denominado guerrillero heroico, Ernesto Che Guevara.

Una guerrilla para el Che

El autor Humberto Vázquez completó su trabajo documental y testimonial sobre la Guerrilla del Che en Bolivia. El escritor estuvo relacionado directamente con el proyecto guerrillero, cumplió tareas en el aparato urbano. Con la base de datos que poseía, sacó diferentes ediciones sobre las guerrillas e historia del Che Guevara.

El diario del Che en Bolivia

Es un documento excepcional en la historia del país, no sólo por quien fue su autor ni porque en él se relatan los últimos meses de vida de esa figura legendaria para la izquierda internacional, sino sobre todo porque en este libro el Che narra los avatares cotidianos de la guerrilla. Estos escritos que describen al explorador y viajero solitario de Ernesto “Che” Guevara.

La campaña militar contra el Che Guevara

Es el trabajo de investigación del exmilitar Diego Martínez, quien revisó los “tesoros” de los rebeldes de Ñancahuazú que están en el Archivo Histórico Militar y es considerado una “joya” histórica por revelar datos sobre la situación de las guerrillas.

De Ñancahuazú a La Higuera

Los investigadores e historiadores Adys Cupull y Froilán González presentan este documento cuyo contenido está basado en testimonios de personas que integraron la guerrilla liderada por Ernesto “Che” Guevara y otras involucradas de manera directa e indirecta.

Che: una cabalgata sin fin

El libro incluye crónicas sobre la vida en La Higuera a 50 años de la muerte de Guevara, la primera visita del combatiente a Bolivia en 1953, el desarrollo de la guerrilla en 1967 y la situación de abandono en la actualidad de los soldados bolivianos que lo combatieron y vencieron en esa época.

La guerrilla que contamos

Los periodistas Juan Carlos Salazar, Humberto Vacaflor y José Luis Alcázar presentan crónicas y una colección de fotos y documentos inéditos sobre la cobertura que realizaron de la guerrilla del argentino Ernesto Che Guevara en el oriente boliviano en 1967. Un material que apuesta a ser referente de periodismo actual.

Los mercaderes del Che

Este libro, de la pluma del cronista español-boliviano Alex Ayala, explora los ángulos más inesperados y encuentra los detalles más reveladores sobre la estadía Ernesto Che Guevara, extraídos de los comerciantes y personas de la tercera edad de Vallegrande, Santa Cruz.

Los Tiempos (Cochabamba) – 7 de octubre de 2018

Mesa, Salazar, Urrelo, Viscarra y “Prontuario”, los más vendidos

Los libros de historia de Bolivia, del mar y del cine boliviano de Carlos D. Mesa; la reedición de Hablar con los perros, de Wilmer Urrelo; Semejanzas, de Juan Carlos Salazar, y Prontuario de Página Siete fueron algunos de los volúmenes más vendidos en la Feria Internacional del Libro de La Paz (FIL), que concluyó anoche.

Los libros Historia de Bolivia e Historia del Mar Boliviano del expresidente Carlos D. Mesa “volaron” de los estantes del stand de la Librería y Editorial Gisbert en la feria, vendiendo alrededor de 300 ejemplares cada uno, de acuerdo con los encargados.

En el stand de Plural Editores el libro más vendido fue otro de los libros de Mesa, Historia del Cine 1897-2017 (escrito conjuntamente con Pedro Susz, Alfonso Gumucio, Andrés Laguna y Santiago Espinoza), junto con La Sociología de la Imagen de Silvia Rivera y Semejanzas de Juan Carlos Salazar, el cual se agotó a pocas horas del final de la feria.

En el espacio de Editorial El cuervo, los libros más vendidos fueron Hablar con los perros de Wilmer Urrelo, El lugar del cuerpo de Rodrigo Hasbún y Rigor Mortis del cronista Álex Ayala.

De acuerdo con Fernando Barrientos, editor jefe de la editorial, la reedición de la novela de Urrelo vendió más de 150 ejemplares en los 12 días de la feria.

Para la Editorial 3600, los textos más requeridos en la feria fueron La del estribo, una antología de Víctor Hugo Viscarra, “A pesar de ser un libro caro (150 bolivianos) se agotó en su presentación y en dos preventas certificadas”, indicó el editor Willy Camacho. Otros títulos requeridos por los lectores en el stand de la editorial fueron Hayley de Adrián Nieve y Soundtrack de Camila Urioste.

La literatura infantil de Mariana Ruiz y las novelas de Wolfango Montes fueron las obras más vendidas en el stand de La Hoguera, mientras que en el puesto de la editorial Kipus el texto Sé amigo de ti mismo de Gregorio Iriarte, las novelas Huari de Ronnie Piérola y Potosí 1600 de Ramón Rocha Monroy fueron los libros más solicitados.

Prontuario se agotó

Prontuario, la apuesta de Página Siete y 3600 por la crónica roja hecha en Bolivia se agotó en el stand del periódico en varias ocasiones durante el transcurso de la feria.

El pasado jueves, siete de las autoras de las 11 crónicas policiales recopiladas en Prontuario, se presentaron en el stand de este medio en la Feria Internacional del Libro de La Paz.

La directora de Página Siete, Isabel Mercado; la editora de la publicación, Liliana Carrillo; la directora de la revista Rascacielos, Cecilia Lanza; las periodistas Leny Chuquimia, Alejandra Pau, Ivone Juárez y Daniela Romero compartieron ese día con los asistentes las experiencias que vivieron desde la selección de su tema, la recolección de datos y las entrevistas que realizaron para producir su obra.

Página Siete – 5 de agosto de 2018

“Prontuario”, al rescate de la vena literaria de la crónica roja

Liliana Carrillo V ./La Paz

El 14 de marzo de 1970, un hombre vestido de negro, con gorra de chofer, gafas oscuras y un paquete bajo el brazo tocó el timbre de una residencia del barrio de Sopocachi. Entregó un paquete al mayordomo. Minutos después, una violenta explosión cimbró la casa del periodista Alfredo Alexander Jordán y su esposa, Martha Dupleich.

“El hijo de la pareja, Luis, subió a trancos a la estancia conyugal y se encontró con un cuadro macabro. Los cuerpos de sus progenitores yacían juntos, parcialmente mutilados, entre los escombros del cielo raso y las paredes y los restos del mobiliario, todo salpicado de sangre. Sólo dos cuadros, una figura del Corazón de Jesús y un retrato de uno de sus seis hijos estaban intactos”.

Así reconstruye Juan Carlos Gato Salazar el asesinato de los propietarios del diario Hoy, que 48 años después sigue impune. Este es uno de los casos que aborda el exdirector de Página Siete en la crónica policial Tres crímenes perfectos.

Con esas historias se abre Prontuario: casos de la crónica roja que conmocionaron a Bolivia. Otros diez casos completan el libro que lanza el periódico Página Siete en la Feria Internacional del Libro de La Paz, que estos días copa las instalaciones del Campo Ferial Chuquiago Marka.

Meses previos al inicio de la FIL, los periodistas de Página Siete encararon el desafío de elegir el tema del tercer libro que iba a continuar la saga de obras producidas por el periódico. Esa, que quiere convertirse en una tradición, comenzó en 2016 con la publicación de La ruta del dragón chino: el caso CAMC y siguió en 2017 con Che: la cabalgata sin fin, análisis y recuento histórico del paso de Ernesto Guevara por Bolivia, a propósito del medio siglo de aquel acontecimiento.

2018 llegó con otros vientos. El 1 de enero se denunció la desaparición de Carla Bellot y Jesús Cañisaire, una pareja de novios que había salido a recibir el Año Nuevo y se topó con la muerte. Ese caso iba marcar el camino del libro y su norte, la crónica roja.

“A Carla y a Jesús los asesinaron la mañana del 1 de enero; los mataron con saña, con odio, como si todo hubiese sido planificado. La madrugada de Año Nuevo sus vidas se cruzaron con las de los hermanos León Fernández en la discoteca Planta Baja, donde bebieron juntos y luego se fueron en un taxi hasta la casa de uno de ellos. Allí, Carla fue violada y luego ambos perdieron la vida a golpes, en la cabeza y en otras partes de sus cuerpos. Los asesinos metieron los cadáveres en saquillos y los fueron a dejar a la bóveda del río Orkojahuira, en la zona Unión San José, cerca del Barrio Gráfico”, escribe Daniela Romero en Cartas para Carla y Jesús, texto intenso que retrata los ecos de un amor truncado.

Y entre ambas, otras nueve crónicas. Cada una exhaustivamente investigada, debidamente contrastada, bien narrada: periodismo de oficio, ante todo.

Las historias, los protagonistas

La historia de Juan Gabriel Despot, atropellado a los 19 años, en la calle y con saña, por un psicópata que se dio a la fuga a vista y paciencia de la justicia, es reconstruida por Isabel Mercado en El fin de la fiesta.

La periodista Hanalí Huaycho fue asesinada con 13 puñaladas, en presencia de su hijo, el lunes de Carnaval de 2013. El feminicida – Jorge Clavijo, su marido– huyó y tras su supuesto suicidio quedan dudas y miedos. El caso, que aceleró la promulgación de la Ley 338, es narrado por Anahí Cazas en la crónica Yo soy Hanalí.

La universitaria cruceña Dayana Algarañaz salió un día rumbo a la “U” y nunca más apareció. Su caso y la lucha de su mamá, María Rita, por encontrarla es narrada por Alejandra Pau en Dayana y la madre de las desaparecidas.

El ganador del Premio Nacional de Crónica de El Deber 2018, Sergio Mendoza, revela en El pecado del Katanas los secretos del night club más famoso de La Paz con un drama familiar de fondo.

En El ángel y los infiernos, Leny Chuquimia narra la conmovedora historia del bebé Alexander, y la del médico que, sin pruebas, purga una condena por la supuesta vejación del niño.

El controvertido caso Andrea Aramayo-William Kushner –¿es o no es feminicidio?– es abordado por Liliana Carrillo, desde la lucha de dos bandos y un juicio que se dilata en Autopsia de un amor tóxico.

Prontuario incluye los perfiles de tres personajes tristemente celebres: Luis Arce Gómez, Gabriela Zapata y Juan Pari.

Del verdugo de la dictadura, Arce Gómez, la periodista Cecilia Lanza hace un perfil minucioso en El campeón de ajedrez.

Mery Vaca pinta el retrato completo de Gabriela Zapata, La primera dama de facto, y para ello recorre recovecos de la historia protagonizada por la rubia platinada con quien Evo Morales creyó haber tenido un hijo.

En El desfalcador que perdió la cabeza, Ivone Juárez perfila a Juan Franz Pari, el mayor estafador bancario de la historia de Bolivia, en su afán de reconocimiento, sus derroches y sus obsesiones.

La justicia que no llega

Aunque goza de mala fama, la crónica roja resume la esencia del género: la mezcla de periodismo y literatura en democrática convivencia. “Es más frecuente hablar de los aportes de la literatura al periodismo que de los aportes del periodismo a la literatura, lo cual se me antoja injusto”, escribe el colombiano Alberto Salcedo Ramos en el artículo Del periodismo narrativo.

“En los últimos años se han incrementado las novelas basadas en hechos y personajes de la realidad –añade-. Me atrevería a decir que el periodismo le sirve al escritor para humanizar su escritura y bajarse de la torre en la que a veces se encuentra instalado”. Y remata Salcedo: “Yo creo que el periodismo adiestra al escritor en el descubrimiento de los temas esenciales para el hombre”.

¿Hay algo más esencial que la búsqueda de justicia? Aquí no hablamos de personajes de papel.

Todos los casos investigados tienen en común, como fondo fijo, un sistema judicial inoperante.

La crónica roja “se ha convertido en el escenario donde se evidencia lo peor y más dramático de nuestra historia: la debilidad de la justicia. Una justicia que lejos de contribuir al esclarecimiento de los hechos, corrompe pruebas, se presta a la venalidad y retarda impasiblemente su misión. La verdad, por tanto, es la primera víctima de la justicia boliviana y, por extensión, protagonista dolida de la crónica policial”, dice la directora de Página Siete, Isabel Mercado, en la presentación de este Prontuario.

Página Siete – 5 de agosto de 2018

J.C. Salazar: “No se me dan los personajes negativos”

María Silvia Trigo

Una página no basta para definir a uno de los referentes del periodismo en Bolivia. Juan Carlos Salazar tiene más de medio siglo en el oficio: se inició en los polvorientos campos del sudeste boliviano cubriendo la guerrilla del Che y llegó a ser director del servicio en español de la agencia alemana DPA. Esta noche presenta Semejanzas, un libro que reúne semblanzas de personajes excepcionales que conoció a lo largo de su carrera. La cita es  el salón Gabriel René Moreno, de la feria del libro, a las 20:00.

—¿Cómo elegiste a los 40 personajes que integran el libro?

Por la pertinencia noticiosa. En algunos casos porque estuvieron en momentos de interés o porque fallecieron, ya que muchas de esas semblanzas son obituarios que escribí cuando fallecieron. Casi todos son autobiográficos porque son personas con las que tenía una relación de amistad o profesional, en todo caso circunstancial, como Fidel Castro o Juan Pablo II.

—¿Por qué escogiste el género de la semblanza para retratarlos?

Por mi aproximación al género. En mi casa leíamos tres revistas: Life en español, Visión Internacional y Selecciones. Ellas influyeron en mi aproximación al periodismo en general. Cuando dirigí DPA, teníamos como norma acompañar la noticia del día con la semblanza del protagonista. Es un género que me gusta mucho, uno de los más atractivos del periodismo y también de los más difíciles porque requiere de un hilo conductor y de un tono, y hay que hacerlos coincidir. En Bolivia no veo mucha semblanza en los diarios, pero es muy común en Estados Unidos y Europa.

—Decías que mayormente elegiste a las personas por afinidad. ¿Cómo hace un escritor para retratar las sombras de personajes con quienes tiene una cercanía emocional?

Cito una frase de un gran retratista mexicano que decía que el retrato es un relámpago de vida, simplemente una visión pasajera de una persona. Como todo relámpago, alumbra y retrata la imagen en blanco y negro. Entonces lo que uno ve es lo positivo porque ese reflejo oculta la parte negativa. Cuando escribes una semblanza probablemente solo ves las partes positivas del personaje. Quizás por esa razón no se me dan los personajes negativos. 

—Muchas de  las semblanzas retratan momentos de tus inicios como periodista, como la fundación de la ANF o la llegada de Luis Espinal a radio Fides. ¿Eras consciente entonces del momento histórico del que eras testigo?

No, de ninguna manera. Esas semblanzas no las escribí entonces sino ahora y son más bien fruto de la memoria. 

—En tus páginas hay temas transversales como las dictaduras, la revolución cubana, la presencia del Che en Bolivia. ¿Qué ha significado para tu carrera ser periodista en aquellos tiempos?

He vivido momentos históricamente muy importantes que para mí han sido vitales y me han dado la posibilidad de desarrollarme profesionalmente. Yo empecé en DPA gracias a la cobertura del Che que me abrió las puertas.

— ¿Cuál es la cobertura que más atesoras?

La guerrilla del Che es muy importante porque yo tenía 22 años, estaba empezando mi carrera, es más, ni siquiera tenía decidido dedicarme al periodismo. Era simplemente un trabajo, yo estaba estudiando derecho. Esa cobertura marcó toda mi vida profesional. 

—Eres testigo de la evolución del oficio en el país. Desde el nacimiento de la Agencia de Noticias Fides, que distribuía las noticias en sobres, hasta la aparición de los medios digitales. ¿Cuál es tu lectura del estado del periodismo actual?

Como en todas partes se hace buen periodismo y mal periodismo. Si bien ha cambiado por los soportes, sigue siendo el mismo. Se dice que la revolución tecnológica está poniendo en riesgo al periodismo convencional, puede ser pero eso ya lo he escuchado muchas veces: que la radio iba a matar a los periódicos y la televisión a la radio, pero ningún medio ha matado a otro. Los medios convencionales están pasando por un momento difícil y lo único que los puede salvar es el buen periodismo, es decir, volver a los orígenes: contar historias como lo hacía Hemingway o García Márquez para que el lector recupere el hábito de la lectura y la disfrute.

—Cuando dejaste el periodismo activo anunciaste que te ibas a dedicar a la docencia y a escribir. ¿Cuál es tu próxima obra?

Estoy trabajando en un manual de periodismo político para la universidad y paralelamente en un libro autobiográfico sobre el periodismo de conflicto a partir de mi experiencia. Espero presentarlo a principios del próximo año.

El Deber (Santa Cruz de la Sierra) – 9 de junio de 2018